La realización de mantenimientos en puertas que no cumplen con la normativa y carecen de los elementos mínimos de seguridad necesarios puede suponer un riesgo para las personas y los bienes. Como profesionales, debemos velar por la seguridad de los usuarios y cumplir con las normas y regulaciones vigentes.
En este sentido, se recomienda no realizar mantenimientos en puertas que no cumplan con la normativa, a menos que se realice una previa adecuación de la misma para cumplir con los requisitos establecidos. En caso contrario, se estaría incurriendo en una responsabilidad civil y penal, en el caso de que ocurriera algún accidente o incidente relacionado con la puerta.
Es importante destacar que, además de los requisitos legales, los elementos de seguridad en las puertas son fundamentales para garantizar su correcto funcionamiento y prolongar su vida útil. Por lo tanto, realizar el mantenimiento sin garantizar la seguridad mínima de la puerta podría afectar su rendimiento y aumentar la probabilidad de fallas y averías en el futuro.
En relación al mantenimiento de puertas, existen dos situaciones posibles. En primer lugar, cuando la puerta cumple con todas las medidas de seguridad y dispone del correspondiente Marcado CE, se debe mantener según las Instrucciones del Fabricante según la UNE EN 12635 y cumpliendo con lo dispuesto en la UNE 85635. Sin embargo, en segundo lugar, si la puerta no cumple con la normativa y no dispone de algún elemento de seguridad, se deben seguir las recomendaciones de la norma UNE 85635, que indica mantener las puertas de acuerdo con el libro de mantenimiento del fabricante y prestar especial atención a los elementos de seguridad.
En caso de que la puerta no cumpla con la normativa, los elementos de seguridad no podrán ser mantenidos ya que no existen. Es importante tener en cuenta que al realizar el mantenimiento de las puertas, se asume la responsabilidad sobre el producto, por lo que si la puerta no cumple con la normativa, se deben dejar evidencias claras de las deficiencias encontradas y comunicar al cliente las mismas.
En algunos casos, no debería realizarse el mantenimiento y se debe pasar un presupuesto para que la puerta se ponga en normativa. En resumen, es importante seguir las normativas establecidas y tomar medidas responsables para evitar la responsabilidad legal en caso de accidentes o problemas relacionados con el trabajo realizado.
*Artículo publicado con el apoyo de la Diputación de Alicante
En conclusión, es importante cumplir con la normativa y garantizar la seguridad mínima de la puerta antes de realizar cualquier mantenimiento en ella. Si la puerta no cumple con los requisitos necesarios, se recomienda no realizar el mantenimiento y proceder a su adecuación para cumplir con la normativa.